Explora el alma de Chad El río Chari y el misterioso lago que se encoge

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차드에서 가장 큰 강과 호수 - **Prompt 1: The Fading Heart of Africa**
    A wide, desolate landscape showcasing the drastically s...

¡Hola, compañeros de aventura y curiosos del mundo! Hoy nos embarcamos en un viaje fascinante hacia el corazón de África, explorando Chad, un país que esconde maravillas naturales tan impresionantes como vulnerables.

Honestamente, cuando empecé a indagar sobre sus grandes cuerpos de agua, me di cuenta de la importancia crítica que tienen no solo para la vida local, sino también como termómetros de nuestro planeta.

Es innegable que estamos viviendo una era de cambios ambientales sin precedentes, y Chad es un claro ejemplo de cómo la sequía y el uso insostenible están transformando paisajes icónicos.

¿Alguna vez imaginaste que uno de los lagos más extensos de África podría estar encogiéndose dramáticamente ante nuestros ojos, o que un río vital para millones enfrenta desafíos que impactan la seguridad alimentaria y el ecosistema regional?

La situación actual del lago y el río más importantes de Chad es un llamado de atención para todos nosotros sobre la gestión del agua y la resiliencia climática.

Prepárense para una inmersión profunda que les hará ver estos tesoros de la naturaleza con nuevos ojos. ¡Aquí abajo, vamos a desglosar cada detalle para que no te pierdas nada!

¡Hola, compañeros de aventura y curiosos del mundo! Es innegable que estamos viviendo una era de cambios ambientales sin precedentes, y Chad es un claro ejemplo de cómo la sequía y el uso insostenible están transformando paisajes icónicos.

¿Alguna vez imaginaste que uno de los lagos más extensos de África podría estar encogiéndose dramáticamente ante nuestros ojos, o que un río vital para millones enfrenta desafíos que impactan la seguridad alimentaria y el ecosistema regional?

La situación actual del lago y el río más importantes de Chad es un llamado de atención para todos nosotros sobre la gestión del agua y la resiliencia climática.

¡Aquí abajo, vamos a desglosar cada detalle para que no te pierdas nada!

El Pulso Debilitado de un Gigante Azul: El Lago Chad

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De Majestuoso Mar Interior a Sombra de lo que Fue

Personalmente, cada vez que veo imágenes satelitales del Lago Chad, me invade una profunda tristeza. Era un espejo de agua tan inmenso que lo llamaban “el mar interior de África”, ¡una verdadera maravilla!

Pero, ¿saben qué? En las últimas seis décadas, su superficie se ha reducido drásticamente, entre un 80% y un 90% de lo que fue. Imaginen un lago que solía abarcar entre 25.000 y 26.000 kilómetros cuadrados en los años 60, ¡y que ahora apenas supera los 1.500 kilómetros cuadrados!

Es una auténtica catástrofe ecológica que se desarrolla ante nuestros ojos, y créanme, las cifras no mienten. Esta contracción no es solo una anécdota geográfica; es el reflejo de una compleja interacción entre el cambio climático, con sequías prolongadas y un aumento alarmante de la evaporación, y la acción humana, con una extracción de agua insostenible para la irrigación agrícola y el consumo de personas y ganado.

Me atrevería a decir que la naturaleza nos está dando un ultimátum, mostrándonos lo frágiles que son estos ecosistemas vitales si no los cuidamos con la seriedad que merecen.

La proximidad del desierto del Sahara solo exacerba la situación, y lo que antes era un vergel, ahora lucha por no ser engullido por las dunas.

Las Cifras que Duelen: Una Recesión Acelerada

Cuando uno profundiza en los datos, la magnitud del problema se hace aún más palpable. Recuerdo haber leído que, desde la década de 1970, la disminución de las precipitaciones en la región ha sido un factor crucial.

Además, la construcción de represas en los ríos que alimentan el lago, aunque necesarias para proyectos hidroeléctricos o de irrigación local, han contribuido silenciosamente a mermar su caudal.

El Lago Chad, por su naturaleza plana y poco profunda, es extremadamente sensible a cualquier cambio en el nivel del agua. No es como un lago de montaña profundo que puede resistir variaciones; aquí, cada centímetro cuenta.

Pensemos en los efectos dominó: menos agua significa una reducción drástica de la biodiversidad, la desaparición de rutas migratorias para aves, y la alteración de un hábitat crucial para decenas de especies.

Los científicos han documentado la desaparición o amenaza de especies icónicas, como el perro de caza pintado. Es una pérdida incalculable, no solo para Chad, sino para la herencia natural del planeta.

El Corazón Fluvial que Alimenta una Región: La Historia del Río Chari

La Arteria Vital de un Continente Sediento

Mientras el Lago Chad lucha por su existencia, no podemos olvidar la importancia de su principal fuente de vida: el Río Chari. ¡Este río es el auténtico pulmón hídrico de la región!

Me ha sorprendido enormemente saber que el Chari aporta entre el 90% y el 95% del agua que llega al lago. Imaginen la dependencia. Con una longitud que ronda los 1.400 kilómetros, serpentea a través de la República Centroafricana, Chad y Camerún, tejiendo una red de vida que es fundamental para la agricultura, la vida silvestre y, por supuesto, para las comunidades que dependen de sus aguas.

Su viaje comienza en la confluencia de los ríos Bamingui y Gribingui en la República Centroafricana, y a lo largo de su curso, recibe afluentes como el Logone, que también es importantísimo.

Sin el Chari y sus afluentes, el Lago Chad simplemente no existiría en la forma que lo conocemos, o que solíamos conocer.

Un Ecosistema Vibrante bajo Presión

El río Chari no es solo un canal de agua; es un mundo en sí mismo. Cuando escucho a los pescadores locales hablar de las más de 100 especies de peces que habitan en sus aguas, o de los cocodrilos, pitones y aves que lo llaman hogar, no puedo evitar sentir un profundo respeto por este ecosistema.

Sin embargo, no todo es idílico. Como muchas vías fluviales importantes en el mundo, el Chari enfrenta sus propios desafíos. La alteración de sus flujos por la construcción de represas aguas arriba, así como la contaminación derivada de las actividades humanas en sus orillas, son amenazas constantes.

Aunque el río tiene un caudal que fluctúa considerablemente con las estaciones, la intervención humana y el cambio climático están alterando estos patrones naturales de una manera que me preocupa enormemente.

Siento que, a veces, damos por sentado estos recursos, sin entender que cada pequeño cambio puede tener un impacto devastador a gran escala.

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Un Ecosistema en la Cuerda Floja: Biodiversidad y Amenazas

El Santuario Natural que se Desvanece

He estado investigando y es realmente impactante ver cómo la reducción del Lago Chad no solo afecta a los humanos, sino que devasta un santuario natural para innumerables especies.

Antes, el lago albergaba alrededor de 120 especies de peces, sin contar la gran cantidad de aves migratorias que lo utilizaban como un punto vital de descanso en sus largas travesías entre el sur de África y Europa.

Piensen en la pérdida de esos ecosistemas únicos, donde la flora acuática y la fauna silvestre coexistían en un equilibrio delicado. Me viene a la mente el Parque Nacional de Waza en Camerún, o los lagos de Unianga en Chad, designados sitios Patrimonio de la Humanidad, que dependen indirectamente de este gran sistema hídrico.

Cuando se altera el corazón de un ecosistema, todo lo conectado a él sufre las consecuencias, y eso es lo que estamos presenciando aquí: una lenta pero inexorable desaparición de hábitats que han sostenido la vida durante milenios.

La Intervención Humana y el Estrés del Ecosistema

Pero no solo es el cambio climático el culpable; mis investigaciones me hacen sentir que la mano del hombre tiene una responsabilidad enorme. La expansión de la población humana y la extracción insostenible de agua, ya sea para el riego de cultivos o para el ganado, han puesto a varias especies naturales bajo un estrés inmenso, llevándolas al borde de la extinción o incluso a su desaparición local.

Los pescadores me han contado cómo las capturas son cada vez menores, y cómo la proliferación de hierbas y cañaverales dificulta el acceso a las pocas aguas que quedan.

Es un círculo vicioso: la necesidad humana presiona el recurso, el recurso se agota, y la vida que depende de él se desvanece. No es solo un problema ecológico, es una cuestión de supervivencia para todos.

Vidas Entrelazadas con el Agua: Impacto Social y Económico

Medios de Vida en Peligro: La Pesca y la Agricultura

Lo que más me golpea al ver la situación del Lago Chad es el impacto directo en la vida de millones de personas. Imagínense ser un pescador que ha dedicado su vida a las aguas del lago, como muchos de los que he conocido, y de repente, ver cómo su sustento se esfuma ante sus ojos.

Más de 20 millones de personas, y algunas estimaciones hablan de hasta 40 millones, dependen directa o indirectamente del lago y el río Chari. En los años 60, los pescadores podían capturar hasta 200.000 toneladas métricas de pescado al año, ¡generando un motor económico formidable para la región!

Pero ahora, la escasez de agua ha dejado a muchos sin un medio de vida, obligándolos a abandonar la pesca o la agricultura, ya que no hay suficiente agua para la irrigación a gran escala.

He conversado con familias que han tenido que cambiar completamente su forma de vida, y la desesperación es palpable.

Un Efecto Dominó: Inseguridad Alimentaria y Conflictos

La reducción del lago y el río Chari ha provocado una cascada de problemas, uno de los más graves es la inseguridad alimentaria. Se calcula que entre 4.5 y 7 millones de personas en la cuenca del lago Chad sufren de inseguridad alimentaria, y más de 500.000 niños padecen desnutrición severa.

Es una tragedia humana silenciada que me duele en el alma. Además, esta escasez ha avivado conflictos entre las comunidades ribereñas, quienes se disputan los menguantes derechos sobre el agua y la tierra.

Agricultores compiten con ganaderos, y ambos con pescadores, generando tensiones donde antes había convivencia. A esto se suma la proliferación de grupos extremistas como Boko Haram, que han explotado la vulnerabilidad de la población, exacerbando la crisis humanitaria y provocando el desplazamiento de millones de personas.

La violencia, la sequía y la pobreza crean un caldo de cultivo para la inestabilidad, y los habitantes de la región del Lago Chad viven con la constante incertidumbre de dónde vendrá su próxima comida o si estarán seguros.

Característica Lago Chad Río Chari
Ubicación principal Chad, Níger, Nigeria, Camerún República Centroafricana, Chad, Camerún
Importancia Sustento para 20-40 millones de personas, biodiversidad Principal afluente del Lago Chad (90-95% del agua)
Superficie/Longitud Reducido 80-90% (de 25,000 km² a <1,500 km²) Aprox. 1.400 km
Desafíos principales Sequía, uso insostenible, cambio climático, conflictos Contaminación, represas aguas arriba, fluctuaciones de caudal
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Desafíos Más Allá del Clima: Conflictos y Esperanza

La Vulnerabilidad Humana en un Entorno Hostil

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Es difícil hablar del Lago Chad sin mencionar la compleja red de desafíos que van más allá de lo ambiental. Cuando las personas pierden su medio de vida, cuando el agua potable escasea y la tierra se vuelve infértil, la desesperación se asienta.

Esto, lamentablemente, ha convertido a la región en un terreno fértil para la inestabilidad. Los conflictos armados, especialmente la insurgencia de Boko Haram, han desgarrado a las comunidades, forzando a millones a abandonar sus hogares en busca de seguridad.

He visto informes que hablan de hasta 5.3 millones de personas desplazadas por la violencia, y más de 11 millones necesitando asistencia humanitaria urgente.

Es una pesadilla viviente donde la lucha por el agua se entrelaza con la lucha por la supervivencia, y la falta de oportunidades económicas alimenta un ciclo de pobreza y violencia que me rompe el corazón.

La resiliencia de la gente es admirable, pero la carga que llevan es inmensa.

Un Grito de Ayuda Ignorado

Sinceramente, me frustra que esta crisis humanitaria y ambiental sea a menudo “invisible” para el resto del mundo. Los habitantes de la cuenca del lago Chad viven una tragedia diaria, pero no siempre ocupa los titulares.

La falta de infraestructura, la corrupción y la inestabilidad política interna en Chad solo complican aún más la situación, impidiendo que el país aproveche plenamente su riqueza natural y que las ayudas lleguen a donde más se necesitan.

He visto cómo las comunidades de acogida, que ya eran vulnerables, se ven presionadas por la llegada de refugiados y desplazados, generando tensiones adicionales por los recursos compartidos.

Es una situación que requiere una atención y una acción global mucho más contundentes y coordinadas.

Manos a la Obra: Esfuerzos de Conservación y el Camino a Seguir

Sembrando Semillas de Esperanza: Proyectos y Colaboración

A pesar de la magnitud de los desafíos, no todo está perdido. Lo que me da un rayo de esperanza es ver los esfuerzos de colaboración para salvar el Lago Chad y su cuenca.

Organizaciones como la UNESCO, en colaboración con el Banco Africano de Desarrollo, han impulsado proyectos ambiciosos como BIOPALT. Este proyecto no solo busca evaluar los recursos hidrológicos y naturales, sino también fortalecer las capacidades locales y llevar a cabo acciones piloto para la rehabilitación de ecosistemas.

¡Imaginen la reforestación de zonas degradadas o la restauración de humedales! Es como intentar curar una herida profunda, y cada pequeño avance cuenta.

La Comisión de la Cuenca del Lago Chad (LCBC) también juega un papel crucial en la coordinación entre los países ribereños, lo cual es fundamental para una gestión integrada y sostenible del agua.

Al final del día, todos estamos en el mismo barco.

Hacia una Gestión del Agua con Visión de Futuro

La clave, como yo lo veo, está en una gestión integrada de los recursos hídricos. Es decir, que no solo un país decida cómo usar el agua, sino que todos los que comparten la cuenca trabajen juntos, pensando en el bienestar a largo plazo de las personas y el ecosistema.

Proyectos que fomentan la agricultura sostenible, la protección de la biodiversidad y el empoderamiento de las comunidades locales, especialmente mujeres y jóvenes, son vitales.

He aprendido que al dotar a estas comunidades de herramientas y conocimientos, les damos la capacidad de ser parte de la solución, de ser guardianes de su propio entorno.

Chad ha presentado sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) revisadas, que incluyen medidas claras para la adaptación en sectores vulnerables como el agua.

Es un buen paso, pero el camino es largo y lleno de obstáculos. Necesitamos no solo compromisos en papel, sino acciones concretas que realmente cambien el rumbo de esta historia.

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Concluyendo

¡Uf, qué viaje tan intenso hemos tenido hoy! Ha sido un placer compartir con ustedes este análisis tan crucial sobre el Lago Chad y el Río Chari. La verdad es que, al sumergirnos en esta realidad, nos damos cuenta de lo interconectado que está nuestro planeta y cómo las acciones humanas, sumadas al cambio climático, pueden tener un impacto devastador. Me siento conmovido por la resiliencia de las personas que viven en la cuenca y a la vez, con un llamado a la acción. Este no es solo un problema africano; es un espejo de lo que podría pasar en otros rincones del mundo si no cambiamos nuestra forma de relacionarnos con el agua y la naturaleza. Espero de corazón que este post les haya abierto los ojos y el corazón a esta situación, y que les motive a informarse aún más y a tomar parte, por pequeña que sea, en la búsqueda de soluciones.

Información útil que deberías conocer

1.

Impacto global del Lago Chad:

Aunque parezca lejano, la crisis del Lago Chad es un síntoma del cambio climático global que nos afecta a todos. La drástica reducción de su superficie en un 80-90% en las últimas seis décadas no solo amenaza la biodiversidad local, sino que también desestabiliza la región, contribuyendo a la inseguridad alimentaria y al desplazamiento de millones de personas. Pensar que en los años 60 el lago era tan vasto como Sicilia y ahora apenas supera los 1.500 km² es una llamada de atención para entender que la gestión del agua es una responsabilidad compartida a nivel mundial, y que lo que ocurre en un lugar, tarde o temprano, nos toca a todos. Es una lección palpable de cómo un ecosistema vital puede transformarse rápidamente bajo la presión del clima y el uso insostenible.

2.

El rol de la Comisión de la Cuenca del Lago Chad (LCBC):

Me parece fascinante que exista una entidad como la LCBC, establecida en 1964, que une a Chad, Níger, Nigeria, Camerún, la República Centroafricana y Libia para gestionar de manera conjunta este recurso vital. Su misión no es solo supervisar el uso sostenible del agua, sino también promover la paz y la seguridad en la región, una tarea que me parece hercúlea pero esencial. Trabajan en proyectos que buscan coordinar la gestión de los recursos hídricos transfronterizos y proteger los ecosistemas, lo cual demuestra que la colaboración internacional es fundamental para enfrentar estos desafíos. Siento que es un ejemplo claro de cómo, incluso en las circunstancias más difíciles, la unión hace la fuerza y nos da una pizca de esperanza para el futuro del lago.

3.

Proyectos de reabastecimiento y trasvase:

Hay ideas audaces en marcha, como el proyecto de desviar agua de la cuenca del río Congo hacia el Lago Chad, a través del río Chari, para ayudar a su recuperación. Sé que esto suena a ciencia ficción, pero se está estudiando como una solución a gran escala para evitar que el lago desaparezca por completo. Imaginen el impacto positivo que podría tener un proyecto así en la vida de millones de personas y en la restauración del ecosistema. Aunque existen preocupaciones sobre cómo podría afectar a otros ríos y comunidades, la Comisión de la Cuenca del Lago Chad ha estado impulsando esta iniciativa desde hace años, mostrando una visión de futuro y una determinación increíble para rescatar este gigante azul de África.

4.

El agua como motor de conflictos y desplazamiento:

Una de las cosas que más me impacta es cómo la escasez de agua se convierte en un caldo de cultivo para la inestabilidad y los conflictos. En la región del Lago Chad, no es solo la sequía lo que obliga a la gente a moverse, sino también la violencia de grupos extremistas como Boko Haram, que explotan la vulnerabilidad de las comunidades que han perdido sus medios de vida. Es una triste realidad que la lucha por recursos básicos como el agua y la tierra empuje a millones de personas a abandonar sus hogares, sumiéndolas en una crisis humanitaria. Me duele pensar que entre 3 y 5.3 millones de personas han sido desplazadas, y 11 millones necesitan ayuda humanitaria urgente en esta cuenca.

5.

Acciones individuales para un impacto colectivo:

Aunque estemos lejos, nuestras pequeñas acciones cuentan. Promover el ahorro de agua en nuestros hogares, apoyar organizaciones que trabajan en la gestión sostenible de recursos hídricos en regiones vulnerables como Chad, y simplemente informarnos y concienciar a otros, son pasos cruciales. Recuerdo haber leído sobre cómo la reforestación y la adopción de prácticas agrícolas resilientes al clima son vitales para restaurar los ecosistemas y reducir la erosión del suelo. Podemos empezar por revisar nuestro consumo diario, entender de dónde viene el agua que usamos y cómo nuestras decisiones impactan en el ciclo global. Cada gota cuenta, y cada voz que se alza para proteger estos recursos es un rayo de esperanza.

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Puntos clave a recordar

Amigos, lo que está pasando en el Lago Chad y el río Chari es una historia que nos habla de la urgencia de cuidar nuestro planeta. Hemos visto cómo un ecosistema vibrante se ha reducido drásticamente, poniendo en jaque la vida de millones de personas y una biodiversidad invaluable. La interacción entre el cambio climático, el uso insostenible del agua y los conflictos ha creado una situación compleja y dolorosa. Sin embargo, no todo es desolación; existen esfuerzos de colaboración internacional y proyectos ambiciosos que nos muestran un camino hacia la esperanza. Es crucial que como comunidad global, no miremos hacia otro lado. Debemos apoyar las iniciativas de conservación, promover una gestión del agua más consciente y sostenible, y levantar la voz por aquellos cuyas vidas dependen directamente de estos recursos. ¡Cada acción cuenta, por pequeña que sea!

Preguntas Frecuentes (FAQ) 📖

P: repárense para una inmersión profunda que les hará ver estos tesoros de la naturaleza con nuevos ojos. ¡Aquí abajo, vamos a desglosar cada detalle para que no te pierdas nada!Q1: ¿Cuáles son el lago y el río más importantes de Chad y qué les está pasando ahora mismo?
A1: ¡Amigos, permítanme que les cuente lo que he descubierto! Los protagonistas de nuestra historia, esos gigantes de agua que dan vida a Chad, son el Lago Chad y el

R: ío Chari. El Lago Chad, que en los años 60 era uno de los más grandes de África y del mundo, con una superficie de hasta 26.000 kilómetros cuadrados (¡imaginen el tamaño, casi como Sicilia!), ha sufrido una reducción dramática.
Créanme, es desgarrador saber que su superficie se ha encogido hasta un 90% en las últimas décadas, llegando a menos de 1.500 kilómetros cuadrados en la actualidad.
Es una pérdida monumental. En cuanto al Río Chari, este es el principal afluente del Lago Chad, aportando cerca del 90% de su agua, junto a su afluente el Logone.
El problema es que el caudal del Chari, aunque tradicionalmente fluctuante con las estaciones, también está experimentando graves desafíos, principalmente debido a la reducción de las lluvias y la sobreexplotación.
Me atrevo a decir que, si sigue así, la situación para millones de personas que dependen directamente de estos cuerpos de agua se volverá insostenible.
Ver cómo algo tan vital se desvanece es, sin duda, un llamado de atención para todos. Q2: ¿Por qué se están reduciendo el Lago Chad y el Río Chari? ¿Cuáles son las causas principales de este desastre ecológico?
A2: Miren, después de mucho investigar, me queda clarísimo que no hay una única razón, sino una tormenta perfecta de factores. La causa más potente y que realmente me impactó es el cambio climático, que ha provocado una drástica reducción de las precipitaciones en la región, llevando a sequías prolongadas.
Es como si la naturaleza misma les negara el sustento. Pero no podemos culpar solo al clima. Nosotros, los humanos, también hemos puesto de nuestra parte, y no precisamente para bien.
La sobreexplotación de las aguas para la agricultura y la ganadería, con la construcción de presas y diques en los afluentes del Chari y Logone para proyectos hidroeléctricos y de irrigación, ha desviado el agua que debería llegar al lago.
Imaginen cuántos cultivos de arroz, por ejemplo, requieren cantidades ingentes de agua en una zona donde es un tesoro. Además, el crecimiento demográfico en la cuenca, con casi 40 millones de personas dependiendo de estos recursos, ejerce una presión insostenible.
La combinación de menos lluvias y más demanda ha creado un círculo vicioso que amenaza con secar estos vitales recursos, y personalmente creo que es una triste lección de cómo nuestras acciones pueden tener consecuencias devastadoras a largo plazo.
Q3: ¿Qué consecuencias tiene la reducción de estos cuerpos de agua para la población y el ecosistema de Chad, y qué soluciones se están planteando? A3: ¡Uf, las consecuencias son realmente dramáticas y me llegan al alma!
La disminución del Lago Chad y del Río Chari es una catástrofe humanitaria y ecológica en toda regla. Para empezar, la seguridad alimentaria se ha visto gravemente comprometida, con millones de personas en la cuenca del Chad en necesidad de ayuda humanitaria y en situación de inseguridad alimentaria severa debido a la escasez de alimentos, especialmente la reducción a la mitad de las toneladas de pescado anuales.
Esto también provoca conflictos violentos entre agricultores, ganaderos y pescadores por los recursos hídricos y las tierras fértiles, exacerbando la inestabilidad en una región ya golpeada por grupos extremistas.
Me hace pensar en la desesperación que uno debe sentir al ver desaparecer la fuente de su sustento. En cuanto al ecosistema, la pérdida de biodiversidad es incalculable, con especies animales en peligro de extinción.
Pero no todo es desesperanza, ¡afortunadamente se están buscando soluciones! Se han propuesto y están en marcha varios proyectos y esfuerzos. La Comisión de la Cuenca del Lago Chad (CBLT), formada por los países ribereños, coordina la gestión del agua y busca soluciones sostenibles.
Un proyecto ambicioso que se ha barajado desde hace mucho tiempo es el trasvase de agua desde la cuenca del Río Congo (Proyecto Transaqua) hacia el Río Chari para reabastecer el Lago Chad.
Aunque es una idea a gran escala y con sus propios desafíos, está en la mesa. Además, organizaciones como la UNESCO y el PNUD están impulsando proyectos para aumentar el conocimiento sobre el lago, restaurar ecosistemas, rehabilitar zonas húmedas y promover actividades económicas sostenibles para las comunidades.
También hay esfuerzos locales y de ONGs para la gestión del agua, la reforestación y la adaptación a la sequía, como el desarrollo de plántulas resistentes.
Es un trabajo enorme, pero siento que con una acción coordinada y sostenida, aún hay esperanza de revertir, o al menos mitigar, este desastre para las futuras generaciones.